Una vez finalizados los tratamientos es conveniente que dediques un tiempo a la recuperación, tanto física como psicológica. Pero es importante no olvidar que el cáncer es una enfermedad crónica y que aunque la enfermedad está en remisión completa, las revisiones deben realizarse prácticamente durante toda la vida.

 

El objetivo de estas revisiones periódicas, tras el tratamiento de un cáncer de mama, es hacer un seguimiento de tu estado físico de esta manera, se se producen efectos secundarios indeseados  tras el tratamiento recibido o una recaída *recidiva( de la enfermedad, esta podrá ser detectada precozmente y permitirá instaurar el tratamiento más adecuado.

 

En ocasiones, estas revisiones pueden producir preocupación o malestar al convertirse en un recordatorio de la etapa difícil por la que ha atravesado. En estos momentos te puede ayudar intentar poner en práctica las estrategias que utilizaste para controlar estas reacciones durante los tratamientos.